Dentro del ciclo de verano 21 grados, organizado por la Universidad de Sevilla, el Auditorio del CICUS acogió una edición de conversaciones con Teresa Berganza.

Nacida en Madrid, se formó en estudios de piano, armonía, música de cámara, composición, órgano y violonchelo, y cumplió durante este período su meta de conseguir el “bene fundata est domus iste”. Con todos estos saberes se dedicó al canto, un arte que ella define como “un árbol frondoso plantado en las orillas del río de la vida”. Y en este tan complejo y duro mundo, consiguió marcar la interpretación operística del siglo XX, “recuperando músicas e inventando nuevas maneras de verlas”.

Voz de “mucha gala”, como diría cualquier antiguo maestro de capilla; voz, en fin, dorada con los preciosos metales de su incomparable talento. La conversación es conducida por el profesor Ramón Serrera Contreras, Catedrático de Historia de América de la Universidad de Sevilla.