El escritor José María Vaz de Soto expone su punto de vista personal sobre los narraluces. Niega la existencia de una novela particularmente andaluza de los años sesenta y setenta y defiende que no puede hablarse de una novela andaluza diferente de la española. Admite que existen novelistas andaluces pero no una novelística andaluza, es decir, piensa que existen autores concretos, pero no un grupo homogéneo que permita hablar de una nueva narrativa andaluza ya que ni todos ellos tienen un estilo común ni existe un sistema literario andaluz que respalde a esos escritores: no hay suficientes editoriales andaluzas ni suficientes periódicos andaluces con suplementos literarios ni suficientes revistas literarias andaluzas.