El poeta de la copla
VIII marqués del Valle de la Reina, VII marqués del Moscoso y IX conde de Gomara, fue un poeta español de la Generación del 27 y letrista para el género de la copla. Esta última faceta le hizo triunfar, formando parte del afamado trío Quintero, León y Quiroga. Escribió algunas de las canciones populares españolas más célebres del siglo XX: ‘Tatuaje’, ‘Ojos verdes’, ‘A la lima y al limón’, ‘Ay pena, penita’ o ‘María de la O’. Nació en las cercanías de la iglesia de la Magdalena de Sevilla en el seno de una familia de terratenientes andaluces. A los ocho años, fue internado en el prestigioso colegio jesuita del Puerto de Santa María, donde coincidiría con Rafael Alberti. En 1926, estudió Derecho en la Universidad de Granada, donde conoció a Federico García Lorca.
Tras acabar los estudios universitarios, regresó a Sevilla, donde frecuentaba los cafés cantantes y teatros de variedades. En ese momento, la ciudad vive un ambiente liberal y permisivo, fruto del régimen republicano. Por aquellos años, conoció y colaboró con el letrista Antonio García Padilla, conocido en el mundo del espectáculo como ‘Kola’, padre de la actriz y cantante Carmen Sevilla. Juntos escribieron algunas canciones populares, como ‘Manolo Reyes’, que popularizaría Concha Piquer. También firmó creaciones junto a Salvador Valverde, poeta argentino afincado en Andalucía, como ‘Triniá’ o ‘Ay, Maricruz’. Durante el servicio militar, conoció a Concha Piquer durante una actuación en el Teatro Lope de Vega. Ella puso voz a buena parte de su producción.
En 1932, el sevillano se trasladó a Madrid, siguiendo el consejo del gran músico sevillano Manuel López-Quiroga. Ambos, junto al autor teatral Antonio Quintero, formaron el prolífico trío de autores Quintero, León y Quiroga, con el que registraron más de cinco mil temas. Tras el estallido de la Guerra Civil, León fue encarcelado en Barcelona por parte del bando republicano, debido a su origen aristocrático. Allí, entablaría amistad con poetas republicanos como Antonio Machado y León Felipe. Durante la posguerra, ya liberado, siguió relacionándose con el universo del espectáculo. El nuevo ambiente político y cultural favoreció la consolidación de un género influido que ensalzaba lo andaluz y lo español mediante el folclore.
En esta etapa, empezó a colaborar en sendos guiones cinematográficos que estaban cargados de una defensa casi artificial de todo lo español. Bajo el concepto de hispanidad, se abrieron las fronteras musicales a los estilos musicales procedentes de América del Sur. De este modo, vinieron los tangos, boleros, rancheras y sones cubanos, que gustaron desde el primer momento al público. A partir de los años sesenta, el aperturismo cultural y el desprecio de algunos sectores, hizo desaparecer poco a poco al género.
Su obra poética queda dividida en dos facciones: la poesía y las letras para canciones (muchas de ellas, procedentes de poemas). La mayor parte de su producción está inspirada en ambientes típicamente andaluces, reflejando el gracejo popular andaluz, indicado por las palabras en cursivas para entender aquellas que no pertenecen al correcto lenguaje español. Escribió dos libros de poemas, publicados en 1941 y 1943, respectivamente: ‘Pena y alegría del amor’ y ‘Jardín de papel’. En la última etapa de su carrera, escribió para cantantes como Nino Bravo, Raphael, Rocío Dúrcal, Rocío Jurado, Isabel Pantoja y Carmen Sevilla. Falleció en Madrid, en diciembre de 1982, siendo enterrado en el Cementerio de la Almudena.