Impulsor del Caminito del Rey
Ingeniero de caminos y político español, I conde de Guadalhorce. Miembro de una familia de la burguesía agraria acomodada; su hermano Joaquín, conde de Benjumea, llegó a ser ministro de Franco y Gobernador del Banco de España. Contrajo matrimonio con Isabel Heredia Loring-Bebel, nieta del industrial Manuel Agustín Heredia. Estudió ingeniería de caminos en Madrid, obteniendo la mejor nota de su promoción.
Gracias a sus vínculos con la familia Loring, creó una central hidroeléctrica que abasteciera de energía a la ciudad de Málaga. Aprovechando un desnivel del río Guadalhorce, creó Sociedad Hidroeléctrica del Chorro, enclave de actualidad gracias al conocido Caminito del Rey. Gracias al desplazamiento de empresas extranjeras que surtían de energía a la ciudad, la compañía consiguió monopolizar el suministro eléctrico, así como el servicio de tranvías de la ciudad. También proyectó un pantano en el río Turón para fertilizar, mediante canales, el Valle del Guadalhorce. En mayo de 1921, fue inaugurado por Alfonso XIII. Benjumea fue distinguido ese mismo año con el título de Conde de Guadalhorce.
Tras el pronunciamiento de Primo de Rivera, fue nombrado concejal de la ciudad de Málaga. Colaboró en el plan de urbanización y embellecimiento de las calles y de su paseo marítimo. Durante esos años, también se ocupó de asuntos carboníferos y siderúrgicos en la fábrica asturiana de Mieres. En 1925, fue nombrado Ministro de Fomento. Su iniciativa más destacable fue la creación de las Confederaciones Sindicales Hidrográficas, a través de las cuales se hizo una administración unitaria y autónoma de las cuencas fluviales. Entre 1925 y 1929, creó las Confederaciones del Ebro, Segura, Duero, Guadalquivir y Pirineo Oriental. Por otro lado, instituyó el Plan General de Repoblación Forestal y declaró puntos de interés nacional lugares como el Torcal de Antequera y el Picacho de la Virgen de la Sierra de Cabra.
La política ferroviaria fue otra de las prioridades de Bejumea. Creó el Consejo Superior de Ferrocarriles y modernizó las infraestructuras ferroviarias, creando además nuevos trayectos como Madrid-Burgos, Santander-Mediterráneo y seis líneas radiales con centro en Madrid hacia los distintos puntos de la geografía española. También instituyó el Patronato del Circuito Nacional de Turismo de Firmes Especiales y construyó tres grandes autopistas en el centro, norte y este de la península. Impulsó la Ingenieros de Minas, reforzó la Escuela de Ingenieros de caminos, intervino en el abastecimiento de aguas a Madrid y creó el Consejo de la Energía con la pretensión de ordenar el mercado hidroeléctrico. Tras la llegada de la República, residió en Biarritz y en Buenos Aires.
Tras su jubilación como ingeniero, Franco le nombró en 1946 presidente honorario del Consejo de Obras Públicas y, un año más tarde, presidente del Consejo de Administración de Renfe. Trabajó en el lanzamiento de los trenes Talgo y Ter, la refrigeración de los vagones, el mejoramiento de las vías y la reforma de las estaciones. En abril de 1952 sufrió un infarto de miocardio, falleciendo varios meses más tarde en su residencia del castillo de Santa Catalina de Málaga.