La pauta del 98
Poeta español, el más joven representante de la Generación del 98. Su obra inicial, de corte modernista, evolucionó hacia un intimismo simbolista con rasgos románticos. Fue uno de los alumnos distinguidos de la Institución Libre de Enseñanza, con cuyos idearios estuvo siempre comprometido. Hermano del también poeta y dramaturgo Manuel Machado, nació en el palacio de las Dueñas de Sevilla. Su padre, periodista e investigador del folclore, llegó a ser reconocido internacionalmente con el seudónimo de Demófilo. En 1883 se instalaría en Madrid junto a su familia; allí, tuvo el honor de ser alumno de Giner de los Ríos y Joaquín Costa, entre otros.
Tras acabar sus estudios, la economía familiar se vio en crisis, a lo que se unió la muerte de su padre. Tras trabajar como actor en la compañía teatral de María Guerrero, viaja a París. Allí trabajaría en la Editorial Garnier, teniendo la oportunidad de conocer a Pío Baroja y Oscar Wilde. A su regreso a Madrid, entraría de lleno en el ambiente modernista, relacionándose con el precursor del movimiento, Rubén Darío, y entablando amistad con Juan Ramón Jiménez. En 1902, Machado entregaría a imprenta su primer libro: ‘Soledades’. Los siguientes años colaboró en diferentes revistas del panorama nacional y se presentó a las oposiciones de profesor de francés. En 1907, publicaría ‘Soledades. Galerías. Otros poemas’, una ampliación de la primera versión.
El Machado del París simbolista y el Madrid bohemio reflejado en sus ‘Soledades y galerías’ dio paso a un hombre diferente tras ser destinado a Soria como maestro. Así quedó reflejado en ‘Campos de Castilla’. En lo profesional, inició su vida de maestro de pueblo; en lo sentimental, descubrió a Leonor Izquierdo, el gran amor de su vida, con la que se casó en 1909. Ella tenía quince años; él, treinta y cuatro. También en Soria conocería a José María Palacio, redactor del periódico local. A él le dedicaría uno de los poemas más hermosos en ‘Campos de Castilla’. Tres años después de contraer matrimonio, Leonor muere de tuberculosis.
Queriendo huir de todo, Machado pide el traslado a Madrid, pero finalmente acaba marchando a Baeza. Allí escribiría ‘Nuevas canciones’. En 1919, tras estudiar la carrera de filosofía y letras y ansioso por abandonar el municipio jiennense, marcha a Segovia. En 1927, es elegido miembro de la Real Academia Española, si bien nunca llegó a tomar posesión de su sillón. Allí conocería a Pilar de Valderrama, su musa durante nueve años, y que mencionaría en sus poemas bajo el nombre de Guiomar.
Con la llegada de la Segunda República, pudo regresar a Madrid con la cátedra de francés. Poco a poco, dejó de escribir poesía para dedicarse a la prosa, publicando con frecuencia en los diarios de Madrid y El Sol, y perfilando definitivamente a sus dos heterónimos, los pensadores ‘Juan de Mairena’ y ‘Abel Martín’. Ambos fueron personajes imaginarios que le permitieron expresar sus ideas sobre cultura, arte, sociedad, política, literatura y filosofía, especialmente en ‘Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo’.
Con la Guerra Civil, Machado marchó a Valencia. Uno de sus últimos escritos fue la elegía dedicada a Federico García Lorca ‘El crimen fue en Granada’. Finalmente, exiliaría a Colliure, donde falleció el Miércoles de Ceniza de 1939.