Proyecto Atalaya

Germán Álvarez Beigbeder

Jerez de la Frontera (Cádiz), 1882 - 1968

Jerez en la partitura

Músico español, padre del también compositor Manuel Alejandro. Sus primeros estudios los realizó en la Filarmónica San Isidoro, única academia musical existente en aquella época en Jerez, de manos del profesor Ángel Fernández Pacheco. Posteriormente, Camilo Pérez Monllor, Director y Músico Mayor de Infantería de Marina en el municipio de San Fernando, le enseñó los primeros conocimientos de armonía y composición. Sus primeras obras se encuentran fechadas en 1898 y 1900; la primera de ellos es un pasodoble titulado ‘Viva mi jerezana’ y, la segunda, la marcha fúnebre ‘Al pie de la Cruz’, dedicada a la Virgen de las Angustias de su ciudad natal. En esta última, destacaba la madurez musical que poseía, siendo tan joven.

En 1910, se traslada a Madrid para continuar con su vocación de compositor. Allí, su formación fue mayormente autodidacta. En paralelo, ayudaba en los negocios familiares, hecho que le permitía viajar y asistir a distintos conciertos y audiciones donde conoció una gran parte de la Escuela Clásica de los siglos XVII y XVIII. En la capital completó sus estudios de armonía, contrapunto, fuga y dirección gracias a Bartolomé Pérez Casas, Catedrático del Real Conservatorio Superior de Madrid y fundador de la Orquesta Sinfónica Nacional. Entre 1911 y 1912, dirigió la Orquesta del Gran Teatro de Madrid.

Desde 1913 a 1926, dirigió las bandas del Regimiento Expedicionario de Marruecos y del Regimiento de Infantería de Marina en San Fernando. En este período, su composición llega a la cima de inspiración y producción. Fue responsable del nuevo conservatorio gaditano, llamado Alejandro Odero, cargo que ocuparía entre 1926 y 1930. Durante estos años, la actividad cultural y musical del centro fue muy intensa, llegando a programarse hasta siete audiciones al año, con densos contenidos donde intervenían tanto alumnos como profesores. En 1929, el alcalde de Jerez le encarga la creación de la banda municipal, presentándose al año siguiente en la festividad de San Dionisio, patrón de la ciudad.

El Ayuntamiento de Jerez se adelantó cincuenta años al sistema educativo actual creando en 1938 el Servicio de Instrucción Musical Complementaria y Canto en las escuelas públicas, dirigido por el maestro Beigbeder. Inició una ardua labor de culturización entre los más pequeños y captaba voces para las escuelas de canto. De esta manera, en la década de los cuarenta existirían numerosos orfeones en el municipio gaditano. En 1941, colaboró en la realización del diccionario de la música. Siete años más tarde, es nombrado hijo predilecto de Jerez, quedando grabado su nombre en el callejero de la ciudad.

Le fue concedida la Cruz del Mérito Naval, por los méritos contraídos con la Marina Española. Además, es coautor, junto a José María Pemán, de la letra del Himno de la Armada Española. En octubre de 1968, falleció rodeado de su familia y entregó su alma a la Virgen del Carmen, a quien le dedicaría una de sus marchas más populares: ‘Reina del Carmelo’.

En detalle:
· Todas sus marchas fueron grabadas por su hijo José María en sendos discos de la banda de la Armada de Madrid; destacan piezas como 'Desamparo' o 'Cristo de la Expiración'.

· Fue autor de hermosas páginas sinfónicas, como 'Los Puertos', y de la zarzuela 'El duque de Él', con letra de los hermanos Álvarez Quintero.

· Es digna de mención su labor en el conservatorio Alejandro Odero de Cádiz, al que dotó de una inmensa cantidad de actividades a lo largo de los años.

· Su nombre quedó injustamente en el olvido fuera de Jerez, sin que su categoría artísitca fuese elogiada como merece por aquellos que han escrito sobre la música andaluza.

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