EL ARTE CALIDO DE ONOFRE FRÍAS

No se si existimos tantos artistas plásticos como estrellas tiene el firmamento, o si el número es algo menor. Lo cierto es que estamos sometidos al mismo orden y que, quizás por eso, tengamos algunas semejanzas. Onofre sería una estrella de brillo cálido. Una estrella viajera, y además musical, que también las hay, y que esta vez da un salto desde Venezuela para aterrizar en Andalucía.

Onofre es de los artistas que son conscientes de la relación que existe entre la plástica y esa otra cosa que, como buen caribeño, casi brota de su piel: la música. El ritmo, la composición, los tonos, las texturas…los silencios, que también se encuentran en la pintura y la escultura para quien sepa verlo. Todo ello lo tamiza Onofre Frías por la zaranda de su personalidad. Le añade un vasto conocimiento técnico, una tremenda escasez de prejuicios y una gran dosis de inquietud investigadora… y surge la obra. Su obra única y diferenciada ya, de cualquier fuente y de todas las demás cosas del cosmos; porque el arte, no se si maravilla o subproducto de la entidad humana, es la huella principal para rastrear la historia y a la gente que la escribe, no siempre con palabras. Es la afirmación del “ser” gregario y también de la unicidad que nos determina y nos diferencia.

Onofre trae a Andalucía, aparte de sus obras, un notable palmarés de distinciones y premios, así como un considerable número de exposiciones colectivas e individuales en otras tantas galerías de prestigio y también en museos. Aunque para un artista el premio mejor es encontrar a ese puñado de personas que conectan con la obra. Que se reconocen en ella o descubren alguna clave capaz de poner en marcha su mundo interior. Es cuando el lenguaje universal del arte aparece con todo su sentido y potencia. Es la cualidad que produce admiración ante la obra de artistas de los que con frecuencia se ignora todo, incluso su lengua. Estoy convencido de que el trabajo de Onofre va a conectar muy bien con los andaluces; tanto mas, cuando compartimos latidos culturales y nuestras emociones tienen sus raíces en parecidas motivaciones. ¡Bienvenido sea el maestro!

Juan Manuel Seisdedos Romero.