El doctor de la caridad
Ginecólogo, presidente del Colegio de Médicos de Málaga y alcalde de la misma, actualmente en proceso de beatificación. Realizó sus estudios en la capital malagueña, obteniendo resultados sobresalientes. En 1882, ingresó en la Facultad de Medicina de Granada, donde se graduó seis años después. Luego se trasladó a Madrid, donde se especializó en la ginecología. Los años siguientes, ampliaría sus estudios en Berlín y París, aprendiendo las más avanzadas técnicas quirúrgicas de la época; introdujo en España los conceptos de la esterilización y la asepsia. A su regreso a Málaga, estableció su consulta junto a la Catedral, en la calle Císter.
A los veintisiete años de edad, comenzó a ejercer en el Hospital Civil de Málaga como médico de obstetricia, donde implantó nuevas técnicas en higiene y tratamiento para evitar la elevada tasa de mortalidad de madres y recién nacidos. En 1923 fue nombrado director del centro hospitalario, al que dotó de importantes mejoras. El doctor Gálvez fue de los primeros cirujanos en practicar un parto post mortem. Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, que se hacían cargo del cuidado de los enfermos, tuvieron una intensa colaboración con José, que pronto se ganó el cariño de todas, gracias también a su amplia fe católica.
Poco a poco, su clientela fue aumentando, gracias a las recomendaciones de sus pacientes más allá de la provincia. En 1904, gracias a sus contactos con la Reina María Cristina, esposa de Alfonso XII, creó la Casa de Salud de Santa Cristina en Madrid, que era la reformada Inclusa de la capital. Generaciones de matronas se formarían en aquel lugar, que pronto obtuvo el reconocimiento de Escuela Oficial. Fue precursor de la expansión del catolicismo obrero en los pueblos de Málaga, creando cooperativas, cajas de ahorros y adoptando medidas beneficiosas para los jornaleros como los sindicatos agrícolas.
En 1921, es elegido como presidente del Colegio de Médicos de Málaga. Dos años más tarde, durante la Dictadura de Primo de Rivera, fue propuesto para ser alcalde de Málaga. A pesar de la escasa liquidez del Ayuntamiento, realizó ambiciosos proyectos con su propio dinero como la creación del Pantano del Guadalhorce, la ampliación del puerto, las obras de la red de alcantarillado o la apertura al tráfico rodado de la Alameda, una de las principales arterias de la ciudad.
Fue detenido hasta en dos ocasiones: la primera, por ser sospechoso de conspirar contra el régimen; la segunda, una patrulla anarquista lo acusó de que vivía a costa de la sangre de los pobres. El doctor fue cooperador en las Escuelas Salesianas, así como en las del Ave María. También llegó a ser presidente Diocesano de la Adoración Nocturna Española en dos ocasiones, durante la Segunda República y tras la Guerra Civil. Falleció a la edad de ochenta y seis años, y toda Málaga quedó conmovida por la pérdida.