Panel de Debate 4
Evento Navegación
Las Memorias de R.S.U. y la Extensión
Prof. Dr. José María Rodríguez-Izquierdo (Universidad de Cádiz).
El Vicerrector de Planificación y Calidad de la Universidad de Cádiz comenzó realizando un repaso por los conceptos de R.S.U. y de Extensión Universitaria (de Ortega y Gasset a la LOU). En el primero trazó un recorrido desde la empresa al ámbito público y universitario donde la noción debe partir de una reflexión de la Universidad sobre si misma. En el caso de la UCA, y sobre la premisa de la existencias de distintos conceptos, la R.S.U. se enmarca en el contexto de compromiso social.
En el momento de informar en R.S. se pueden tomar como pautas oficiales las guías de G.R.I. (Global Reporting Initiative) para la elaboración de memorias, aunque, como indicó, pocas universidades (Santiago o UNIA entre ellas) las siguen en la actualidad. Las memorias no pueden ser consideradas meros inventarios, apuntó, sino que expresan el compromiso cultural, social y formativo con el territorio en forma de valores. Rodríguez-Izquierdo analizó posteriormente la memoria de la Universidad de Cádiz como herramienta que define los logros de la institución desde un sistema de información, de gestión, de identificación de agentes de interés, de definición de objetivos, etapas y tiempos, y de comunicación externa e interna.
La R.S., concluyó, conduce del compromiso de comunicar y rendir cuentas a la exigencia de planificar.
La cultura en la R.S.U.
D. José Luis Ben Andrés (Diputación Provincial de Cádiz – Revista Periférica).
Tras disculpar la ausencia por enfermedad de D. Enrique del Álamo Núñez, Ben Andrés planteó su intervención sobre dos focos iniciales: ¿Qué necesita la cultura?; y si necesita algo, ¿qué puede darle la Universidad?.
El ponente delimitó un escenario actual donde la cultura hace gala de movilidad y de un carácter líquido en base a flujos. Los cambios en los usuarios culturales también fueron reseñados como reflejo de los descensos de aquellos flujos culturales tradicionales y del aumento de la presencia social y cultural de Internet que también ha desembocado en una gran tensión entre lo local y lo universal.
Por lo tanto, la cultura necesita personas mejor formadas y más creativas, mayor tecnología y mejor comunicación mientras la Universidad debe aportar institucionalización y presupuestos a este escenario.
El ponente abogó por la necesidad de competencias claras y definidas (casi una utopía); por una planificación estratégica (habría que hablar de dirección y pensamiento estratégico) necesaria en un ámbito de incertidumbre; por un balance sobre cuestiones como calidad, servicios culturales, sostenibilidad, diversidad y desarrollo; por una integración social y territorial; y, finalmente por la existencia de observatorios y laboratorios. Los primeros, instrumentos ideales para ofrecer una información que nos sirve para diagnosticar sectores y territorios, para detectar problemas en diagnósticos, para localizar el talento y las oportunidades. Los segundos, herramientas necesarias para potenciar la creatividad e innovación y para fijar sus bases y objetivos.
La sostenibilidad en la R.S.U.
D. Víctor Viñuales (Fundación Ecología y Desarrollo).
Viñuales inició su intervención aplaudiendo el trabajo del Proyecto Atalaya a la vez que lanzaba algunas cuestiones de arranque: “¿Qué ocurre hoy en el tema de la sostenibilidad?; ¿dónde tendríamos que llegar y qué debíamos de hacer?; ¿qué papel debe jugar la Universidad?”.
A continuación expuso el mal estado en el que, desde su punto de vista, se encuentra la sostenibilidad y el medio ambiente, avalado por datos científicos y sociales. La preocupación por un mañana construido sobre errores de los que no hemos aprendido, cargado de desafíos ambientales, económicos y sociales y en el que es necesario cambiar el paradigma de la cantidad por el de la calidad ocupó parte de una ponencia que luego reivindicó su creencia en la obligación de llevar a cabo cambios profundos en muy poco tiempo, a modo de revolución. También en la obligación de castigar el habitualmente impune pecado de la omisión.
En este entramado, Viñuales animó a la Universidad a responsabilizarse de sus propias acciones en el marco de la R.S.U., participando en el debate sobre el cambio de modelo productivo, ofreciendo coherencia entre lo que se dice y lo que se hace de la mano de compras responsables, transparencia y formación.
Los factores críticos se encontrarían en la pérdida de capacidad auditiva de la Universidad ante una sociedad a la que no se escucha, en su sistema de alianzas y en su capacidad participativa.
Las crisis, concluyó, generan dolor pero también tienen una ventana de oportunidades: necesitamos a las crisis para cambiar.